domingo, 12 de abril de 2015

Tentadero de machos

Por Jose Morente

Navalon Viaje a los toros del Sol p. 162 - copia
Tentadero de machos en el Toruño, la finca de los Guardiolas, allá por los finales de los años 60 (Fotografía publicada en el imprescindible libro de Alfonso Navalón, Viaje a los toros del Sol)
Aunque el espectáculo de la corrida pueda resultar fascinante por el bullicio y el colorido que tiene cualquier tarde de toros, es innegable que son las faenas camperas, las que pese a su, a veces, sosegada y apacible apariencia, pueden proporcionar las emociones más hondas e intensas que le cabe vivir a un aficionado cabal.
 
Allí, alejado de los intereses económicos que rodean y distorsionan, en cierto modo, los festejos formales se desarrolla la vida privada del toro de lidia, atractiva como pocas. Allí, también en la soledad del campo tienen su laboratorio de prueba o campo de entrenamiento los toreros.
 
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Paco Ojeda, ya retirado en un tentadero
Sin espectadores que desvirtúen con su presencia y sus exigencias el encuentro entre la fiera y el hombre, es en el campo y alejados de miradas indiscretas donde se enfrentan sin mixtificaciones toro y torero, bajo la atenta mirada del ganadero y donde creo que, por ello, se puede encontrar la verdadera esencia de la Fiesta.
 
1896-11-12 (p.12-14 Pan y Toros) Tienta Vicente Martínez Público
Lo de la soledad del campo, no pasa a veces de ser un eufemismo como lo prueba esta fotografía (publicada en Pan y Toros en 1896) de los asistentes a un tentadero en la ganadería colmenareña de Don Vicente Martínez. Y es que cuando de toros se trata, el personal que vive por los alrededores de las ganaderías suele orientarse con suma facilidad por el interés que despiertan siempre todas estas labores ganaderas.
Un mundo al que resulta difícil de acceder a la mayoría de los aficionados a pie quienes tenemos que contentarnos con leer alguno de esos libros maravillosos pero escasos que sobre este tema se han escrito.
 
Yo, personalmente recomiendo estos tres:
 
  • Viaje a los toros del sol de Alfonso Navalón. Imprescindible. La mejor forma de conocer por dentro el mundo de las ganaderías bravas, desde la peculiar visión de su autor, si no tenemos oportunidad de acceder a alguna de ellas personalmente.
  • El trapío verde, de Robert Ryan. Un tratado poético pero esencial sobre el toro en el campo. Bello texto y bellas fotografías.
  • El toro bravo, de Luís Fernández Salcedo. Un clásico. Además de los magníficos textos de su autor se trata de una publicación con gran profusión de imágenes fotográficas. Muy didáctico como todos los libros de Salcedo.

 

El toro bravo Luis Fernandez Salcedo
Portada del libro El toro bravo de Luís Fernández Salcedo
Los tentaderos
 
Para el ganadero, de todas las actividades que se desarrollan en la ganadería, los tentaderos se convierten en pieza fundamental para la buena marcha de su ganadería desde que, hace ya muchos años, se empezaran a seleccionar a los reproductores (machos y hembras) por su bravura contrastada.
 
El tentadero consiste en someter a las reses (en principio, a las futuras madres) a una prueba funcional muy parecida a la lidia del toro en la plaza, con la excepción del tercio de banderillas. Las vaquillas (que suelen tentarse a la edad de entre dos y tres años) son probadas en el caballo y en la muleta. Las aprobadas pasan a ser madres mientras que las suspendidas son enviadas al matadero o vendidas como deshecho.
 
2015-03-00 Tentadero en Clairac (Felipe Romero)
Tentadero en Clairac (Fotografía facilitada por Felipe Romero)
Ese es el tentadero en plaza pues otra modalidad diferente y menos frecuente que es la del tentadero a campo abierto, escuela de grandes garrochistas. Consiste el tentadero a campo abierto en una faena previa de acoso y derribo para una vez derribada la vaca o el becerro enfrentarle al caballo del tentador. Y con todo el campo abierto para decidir si embiste o renuncia a la lucha y vuelve grupas hacia la manada.
 
1883-02-19 Derribar en campo abierto - copia
Acoso y derribo en campo abierto (Lámina del Arte de la Lidia publicada en 1883)
Tentadero de machos Cossio TII pag 395
Una vez derribada la res, en este caso un precioso novillo, se hace presente el tentador para calibrar su bravura (Cossío Tomo II/30)
 
El Tentadero de machos.
 
Una caso muy especial es el tentadero de machos o sea la operación de probar la bravura de los futuros sementales que, generalmente, serán los ejemplares de mejores hechuras y mejores reatas (familias). En esta selección de sementales, a los ganaderos se les plantea un dilema importante.
 
Y es que si prueban a las reses de forma completa, esto es en el caballo y la muleta, corren el riesgo de “quemar”  su bravura e inutilizar para la lidia (“el toro toreado no puede nunca pisar una plaza”) aquellas reses que, aún no siendo válidas como sementales, pudieran haber dado presumiblemente un magnífico juego  si se hubiesen lidiado en corrida ordinaria.
 
Por eso, lo que suele hacer en el tentadero de machos es probar, a las reses candidatas a semental, en el caballo pero sin utilizar engaño alguno (prohibidos capotes) sino varitas, ramajes y similares. En este caso, sólo los toros que demuestren una gran bravura en el caballo serán probados en la muleta.
 
Baigorri.-Tentadero-de-machos.-XI-2011
Tentadero de machos en la ganadería navarra de José Antonio Baigorri (2011. Web Toros en Navarra)
Los otros aquellos cuyo comportamiento en varas no satisfaga al ganadero vuelven al campo para poder ser enviados a las plazas sin resquemor alguno pues siguen siendo “vírgenes” de toreo al no haber visto capote ni engaño alguno.
 
Esa forma de proceder reduce el “coste” de la operación, operación gravosa, en todo caso, porque seleccionar y desechar es un método necesario en una ganadería pero costoso. Muy costoso.
 
Máxime cuando tampoco está garantizado el resultado final.

Tauroteca. Primer tentadero de machos de la ganadería de Urcola comprada por Victorino Martín (Video de Sangre Brava).
 
 
 
 
Postdata: A Itziar Urrutía, compañera y, sin embargo, amiga y culpable de que este tema haya salido a la palestra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy ilustrativo, el tentadero de machos, es la piedra angular, de la futura ganadería,la bravura, se medía en el caballo,ahora pondera más la muleta,faenas más largas y menos intensas,el tentadero de machos, en casa de Victorino,con reses procedencia urcola, nos muestra, los distintos machos que salen,donde el segundo,empuja a pulso,en el caballo, aunque se sale suelto al final, el tercero,negro,con más presencia, empuja más en el caballo y se queda,hasta derribar,pero no sabemos, el comportamiento en la muleta,pelea con la cara más alta,es más novillo,al final probarlo y que te ligue con las vacas,si te fija carácter en un 50% es un éxito,despues a probar sus hijas,hasta los cuatro años sus hijos,en fin una tarea muy difícil, apasionante, que difícilmente se logra, y después mantenerse durante cuarenta años, casi nada, saludos, enhorabuena, Manuel Vázquez

japolos dijo...

Me ha encantado el trabajo, aunque en lo que respecta a su inicio, no creo que la palabra “casta” pueda asimilarse –ni en su origen, ni en la actualidad– a la de “familia” (aunque quizá pudiera corresponderse con la de “raza”). Y no creo que de las afirmaciones de Paquiro pueda deducirse lo contrario.

La casta es una cualidad de algunos toros –bravos o mansos, hay mansos con casta– cuya definición es prácticamente imposible… aunque los buenos aficionados saben perfectamente en qué consiste.

Y lo que dice Paquiro al introducir el concepto “familia” es una simple consecuencia de orden práctico, ya que la mejor forma –entonces y ahora– de constatar o “presumir” la existencia de esa cualidad, la raza, en un toro, es atender… a sus ascendientes, esto es, a su familia o, como se dice ahora, a la reata.

Juan Antonio Polo